Tras el verano, los vestidores de la Cofradía han procedido a cambiar el terno a Nuestra Madre de la Divina Gracia coincidiendo con la festividad de la Exaltación de la Santa Cruz, fiesta de nuestra penitencial.
Nuestra Madre luce la tradicional saya negra, fajín de terciopelo morado y tocado blanco. Luce la aureola de estrellas y en su mano derecha los tres clavos de la crucifixión del señor y, en su mano izquierda, un rosario de cristal.
Así, Nuestra Madre de la Divina Gracia espera a sus fieles y devotos en su capilla de la Iglesia Conventual de San Marcos.