Con la llegada de una nueva Cuaresma, los hermanos vestidores de nuestra Cofradía han procedido al cambio de Nuestra Madre de la Divina Gracia para este tiempo litúrgico.
En esta ocasión, Nuestra Madre luce un terno a la “usanza hebrea”, con saya y manto liso negro, rostrillo de tul enmarcado por un paño “hebraico” y fajín a juego. En su pecho está dispuesto el puñal de plata donado por un grupo de hermanos. Porta en sus manos dos símbolos de la Pasión de nuestro Redentor así como para nuestra Cofradía, como son la corona de espinas y tres clavos, así como el tradicional rosario.