“Conviértete y cree en el evangelio”
Con estas palabras hoy, Miércoles de Ceniza, comenzaremos la Cuaresma.
Apenas 40 días para que tres golpes de nuestro hermano secretario, acompañado del sonido de un tambor, y una frase, de comienzo a uno de los días grandes de nuestra cofradía.
Antes, el trabajo desarrollado durante todo un año comenzará a verse reflejado en el Solemne Besapies a nuestro Sagrado Titular, Nuestro Señor Jesús de la Redención, ante la incomparable mirada de nuestras Madres Benedictinas en su Iglesia Conventual.
En apenas 40 días será Domingo de Ramos, y podremos acompañar a Nuedtro Padre Jesús de la Misericordia, a Nuestro Señor Jesús de la Redención y a Nuestra Madre de la Divina Gracia por las calles del viejo Barrio de San Martín.
Todo comienza hoy, cuando con la imposición de la ceniza recordemos de dónde venimos y a dónde iremos, y en la renovación de nuestras creencias en el evangelio.
Comienza un tiempo litúrgico en este Año Jubilar de la Misericordia, en el que nuestras imágenes se encuentran expuestas al culto, y que, sin duda, deberemos visitar y orar ante Ellos, preparándonos así, para ser sus guías, sus pies o sus acompañantes en un nuevo Domingo de Redención, Misericordia y Divina Gracia.
Los XXV Años de Redención en León nos contemplan, y nuestros hermanos fundadores vistiendo la túnica, o desde el Reino de los Cielos, miran orgullosos la preparación de los próximos días.
Hoy comienza la cuenta atrás para escuchar nuestra ansiado “A vosotros os llamo, hermanos de la Cofradía de Nuestro Señor Jesús de la Redención.”